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Desde algún lugar entre los humedales y la Universidad Intercultural de Chiapas, San Cristobal de Las Casas, Mexico
Revista Alternativa Anticapitalista en construcción a partir de la destrucción de algunos esquemas...

jueves, 19 de marzo de 2009

Narco Cultura

Juan Pablo García Vallejo
LA SOCIEDAD GANDALLA.
De la utopía la distopía.
1er Manifiesto Pacheco
Publicado en La Guillotina No. 24, primavera 1991, pp.34-38

Para los que son
Para los que no son y
Para los que quieren darse un son.

Consideraciones sobre la marihuana y la cuestión de la droga.
1
Para el tizo, grifo o pacheco no hay peor marihuana que la que no se fuma. Aunque la utopía pacheca sea siempre viajar con la marihuana pelirroja, su mensaje es: MÍRAME, FÚMAME Y RÓLAME

2
El uso y consumo de la marihuana en la vida cotidiana de nuestra sociedad capitalista es un secreto a voces. Su mensaje está en todas partes de la Ciudad de México:
-En los camiones guajoloteros
> Para crecer fuerte y sano, fúmate un porro temprano<
-En las paredes de la ciudad:
> Nosotros los marihuana somos guadalupanos, no pinches comunistas putos<
-En los conciertos de rock, cuando Alex lora dice a la banda:
> No se olviden de aquel viejo refrán que encierra gran sabiduría: ¡ojo rojo, corazón contento!<
-En los mítines frente a la Secretaría de Gobernación:
> ¡Con kilos se los llevaron, con kilos los queremos…!

3
La sociedad capitalista, incluyendo México, siempre se ha horrorizado por la contaminación de la plaga de la droga en las masas urbanas, olvidándose por completo que si nació y se propagó fue gracias a ella. El consumo de masa de la droga es la expresión de la miseria real y la protesta de esa miseria real. La farmacodependencia y el narcotráfico son dos inversiones hiperrentables para el capitalismo, utilizadas para garantizar su perennidad.
LA DEFINICIÓN DE LA DROGA EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA ES:
LA R E P R E S I Ó N.
Walter Leamy de la INTERPOL, confirma cínicamente lo anterior al declarar recientemente: “La represión es cada vez mas eficaz en los países de América Latina”


4
La represión hacia la droga se manifiesta de la siguiente manera:
“los judiciales buscan hierba por todos lados, buscan el cemento, sueñan con cemento, ven thiner por todos lados, en todos lados encuentran el cemento, cada uno de los habitantes de Neza y Anexas de (=México) trae hierba y similares, los judiciales buscan la hierba, los judiciales traen pistola, los judiciales pegan con la cacha, para los judiciales todo el mundo trae drogas, para los judiciales en Neza y Anexas todo el mundo trae drogas…”
José Cueli, Neza y Anexas.
5
Para el estado capitalista el abuso en el consumo de drogas es uno de los problemas de salud mas graves hoy en día, pues en su opinión, el uso propio o impropio de las drogas representa un daño que se hace el hombre a si mismo y por ende a la sociedad, sin embargo no explican por qué es perjudicial ni tampoco quién determina esto ni sobre qué bases se fundamenta. A la sociedad burguesa sólo le interesa lo que el individuo hace a si mismo y no lo que la sociedad burguesa hace al individuo.

El capital y el Estado comparten una oscura ambigüedad en la tolerancia de la drogas a parte de considerar este hecho unilateralmente, desde el punto de vista médico, o sea no considerar sus dimensiones sociales o políticas, haciendo a un lado la razón principal para explicar el uso y consumo de drogas, y en general, la cuestión de la droga (una interrogante sobre el terreno de la ideología) en la sociedad burguesa. La existencia de drogas legales, toleradas y reconocidas socialmente ,como el alcoholismo planificado, y las drogas ilegales, sancionadas y desaprobadas socialmente por su “ peligrosidad” tanto política como social. Esta situación es completamente ignorada por el capital y el estado a riesgo no sólo de perder su jugoso invento, sino una masa adormecida por las drogas.

EL VERDADERO USO QUE SE DA A LA DROGA EN EL CAPITALISMO ES LA DESVIACION DE LA REVOLUCIONES. LA DROGA VALE LO QUE LA SOCIEDAD QUE LA PROMUEVE.

6
La marihuana, la hierba, no es una droga. Esto ya se ha demostrado hasta el cansancio en diferentes países y en múltiples ocasiones por gente que el estado capitalista sabe que no es tonta, como W.S. Burroughs la clasificación científica mas aceptable de la droga se establece a partir de la diferenciación y las consecuencias del uso y consumo de las distintas clases de drogas:
-las drogas duras como los estimulantes (anfetaminas y cocaína), los depresivos (narcóticos y barbitúricos) que junto con el alcohol y los solventes (thiner, cemento) son sustancias que ocasionan hábito, dependencia física y en consecuencia una vida cotidiana toxicómana regulada por el reloj de la droga.
-las drogas blandas como los productos derivados psicotrópicos de la marihuana, el peyote, los hongos alucinógenos, por sus efectos hipersensibles-alucinógenos no producen hábito, ni dependencia física alguna, sino exclusivamente un ligero extrañamiento psicológico.
Pero, PARA LA SOCIEDAD CAPITALISTA, TODO ES DROGA, ES DROGA, ES DROGA…

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La marihuana, el peyote, los hongos alucinógenos y cientos de sustancias mas, han sido utilizadas desde hace muchísimo tiempo por casi todas las culturas como alimento cosmogónico, de ahí su nombre genérico “las plantas de los dioses”. Su consumo en dichas sociedades tradicionales tiene una representación simbólica, socio- religioso, es decir transcendental e iniciático, de identificación colectiva. En la actualidad las sociedades modernas han mitificado las drogas al convertirlas en mercancías exóticas, vulgares mercancías sin esencia ni tradición alguna.
Sin embargo su consumo en la actualidad representa un universo de experiencias para millones de individuos, es decir, un horizonte de identificación psíquica y existencial que los cohesiona. Particularmente el uso y consumo de la hierba posibilita un espacio-tiempo alternativo frente a la alienación generalizada con su terror y su tiranía en la vida cotidiana en condiciones capitalistas, pero sobre todo es la manifestación de los conflictos individuales ocasionados por las actuales condiciones de producción capitalista y por la realidad obscena, vacía y fría que origina el consumo alienante.
8
Fuera de la banda pacheca nade se quiere balconear con la discusión de la cuestión de la droga en la sociedad capitalista, a excepción de dos identidades de la Sociedad Gandalla que son completamente anti-droga y principalmente anti-pachecos. En primer lugar las instituciones duras, encargadas de la salud y seguridad pública, la procuraduría general de justicia, la secretaria de salubridad y asistencia, el ejército, el sistema carcelario, etcétera. En segundo lugar las instituciones blandas como el CONADE, los centros de integración juvenil, los grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos, el ADEFAR, y la buen intencionada liga de drogadictos anónimos. Instituciones y burocracias de control cuyo único objetivo real es obtener mayor poder sobre el individuo y la población. El estado justifica cínicamente la existencia de las instituciones blandas a costa de reforzar las instituciones duras con el fin de controlar a la población toxicómana y aplicarle sus clasificaciones “inofensivas” y sus categorías de poder: enfermos por usarlas o criminales por el solo de poseerlas.
Por otra parte, se encuentran los mass media, la televisión (principalmente dirección infantil de TELEVISA) la radio, los periódicos amarillistas y su hipócrita “servicio a la comunidad”, la ciudadanía en abstracto, para legitimar su ideología reaccionaria anti-droga, alentar la venta y difusión de las noticias sensacionalistas y alabar constate y sistemáticamente la cruzada represiva del Estado con su “GUERRA CONTRA LAS DROGAS”, LA GUERRA AL NARCOTRÁFICO”; lo que ocasiona un sometimiento de la población toxicómana al anonimato, la humillación ,el menosprecio y la minusvaloración social, el no-conformismo pasivo.
Por último se encuentran hasta que no se pruebe lo contrario, las organizaciones de izquierda –a excepción de la desparecida revista El Machete, a nadie le interesaba la cuestión de la droga-, que a pesar de comprender el consumo en masa de la droga como uno mas de los mecanismos de explotación y opresión sobre las clases dominadas, sólo se dedican a hacer declaraciones acríticas e irrelevantes sobre la guerra, la caza de brujas y las violaciones a los derechos humanos de los toxicómanos que realiza el estado contribuyendo así a legitimar la ideología anti-drogas de la burguesía. Además de no reconocer abiertamente la situación de la represión, persecución, arresto o encierro clínico que padece la población toxicómana, hacen oídos sordos a sus demandas y necesidades materiales y subjetivas, que lejos de situarse fuera de la lucha de clases representan en la actualidad uno de los principales terrenos de la lucha cotidiana para miles de individuos.

9
No hay revolución sin marihuana, esta tesis es intrínseca a la historia de México y su futuro próximo, recuérdese el popular y alegre corrido de La Cucaracha en la Revolución Mexicana:
“La cucaracha ya no puede caminar, porque no tiene, porque le falta, marihuana que fumar”.

10
Si hay marihuana sin Caro Quintero, muy bien puede haber marihuana sin capitalismo, sin sus drogas blancas, duras y frías; sus burocracias narco-terroristas enloquecidas por reafirmar sus imágenes de poder para controlar a la población entera y particularmente la que usa y consume drogas. El Estado utiliza la droga para fortalecerse. El narcotráfico es sólo una cara de la moneda, pues, como escribió Monsiváis:
“HACEMOS TODO EL DINERO DEL MUNDO, Y ADEMAS, NO SOMOS TRANSITORIOS.LO NUESTRO DEJO DE SER ILIEGAL AL ALIARSE CON NOSOTROS LOS ENCARGADOS DE LA LEGALIDAD” El Narco del Triunfo.

11
Los pachecos nos amamos tanto que ya nos cansamos de que El Estado, los mass media y las instituciones reaccionarias sigan utilizando la hierba como un símbolo de opresión, basados en falsas concepciones sobre ella. Rechazamos su ignorancia, sus tácticas anti-colectivas, la tiranía medico-jurídica-carcelaria, mecanismos sostenidos para mantener en el anonimato y la pasividad a la población toxicómana.

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Los pachecos consideramos que el uso y consumo de marihuana es un hecho que no se debe sancionar socialmente. Clamamos cotidianamente por la desaparición de la Ley que nos hace aparecer como delincuentes, por el sólo hecho de poseerla, ilegales antes de fumarla o como e n f e r m o s por considerar a la adicción o drogodependencia como una enfermedad. No queremos esas tolerancias sociales en una sociedad sostenida sobre la base de la opresión.


13
La población toxicómana o d i a el mercado que se hace con la hierba y también las variantes de ese mercado: el mercado capitalista, ilegal, y el mercado blanco estatal, ilegal.
Pugnamos por la abolición de todos los mercados.
¿Quién va a comprar algo que puede ser gratis?

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Los pachecos somos los primeros interesados en luchar por que la población se descuelgue de las drogas duras como el cemento o el alcohol. Nos oponemos a que se siga manipulando a la población con el moderno opio del pueblo. Las loterías nacionales, deportivas, o astrológicas, instrumentos N A R C O T I Z A N T E S para la explotación redoblada en la sociedad capitalista en crisis.
15
LOS PACHECOS nos oponemos a los cínicos espectaculares y gandallas intentos del Estado capitalista en su combate estéril para solucionar el problema de la toxicomanía social y evadir olímpicamente la discusión de la cuestión de la droga en general. No es que no quieran sino que no pueden, ¿luego que van a hacer? no mas delincuentes, ni mucho menos enfermos. Perderán el control de las conciencias de las masas urbanas.

16
El uso y consumo de la hierba debe ser un acto de libre conciencia ante el control LOBOTOMIZADOR utilizado por las instituciones y los mass media. Rechazamos las imágenes de poder que le han sido impuestas e igual-mente rechazamos la libertad vacía del consumo pasivo de marihuana, DESEAMOS LA AUTENTICA EMANCIPACIÓN GENERALIZADA.
17
LOS MEJORES
PLACERES
SUELEN
SER
V E R D E S…

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